jueves, enero 19, 2006

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Parece chiste

Dicen que Naciones Unidas hizo un estudio mundial que incluía la pregunta: "¿Cuál es su opinión sobre la escasez de comida en el resto del mundo?"

Supuestamente, el estudio no pudo completarse con éxito porque en el Africa nadie sabía lo que significaba "comida", en Europa occidental nadie sabía lo que significaba "escasez", en los países con dictaduras (muchos y en todas partes, lamentablemente) nadie entendía lo que quería decir "opinión" y en los Estados Unidos nadie sabía lo que significaba "resto del mundo".

Es una historia ficticia, por supuesto, que la atribuyen a los palestinos y que la tomé de "El Imperio Incoherente" de Michael Mann.

Sería una broma muy graciosa, si no fuera porque casi todo corresponde a la realidad. La dura y poco graciosa realidad.

martes, enero 17, 2006

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¿Cuál democracia?

Por rutinario, ya casi no nos detenemos a pensar en lo que existe detrás de las elecciones de nuevos gobiernos, pero un mínimo análisis nos mostraría cuántos absurdos se manejan a nombre de esos eventos.

La prensa nos abruma con alusiones a la "democracia", que hay que defender, que hay que profundizar, que hay que ampliar y subliminalmente da por sentado que "democracia" es lo que existe en Estados Unidos, cuando ese país es, posiblemente, el menos democrático del hemisferio. Lo explico.

Por etimologia, democracia significa "gobierno del pueblo". El pueblo, en Estados Unidos no gobierna. Ni siquiera elige gobernantes. Estos ya fueron escogidos por la elite económica y política, que financió sus millonarias campañas y montó todo el espectáculo que los medios se encargarán de mostar como "proceso electoral".

Según estadísticas, de las que tanto manipulan los pseudodemócratas, menos del 50% de los potenciales votantes participó en la última "elección" allá. Luego, a George Walker Bush lo "eligieron" menos de la cuarta parte de los habilitados para hacerlo. Además, millones de quienes viven allá, trabajan, aportan impuestos directos e indirectos allá y hasta mueren en las guerras ajenas, no son "ciudadanos" y no estan habilitados para votar

Lo de Bush no fue excepcional. Es más bien la norma: A Clinton, en 1996 lo "reeligió" el 24% del electorado y a Reagan -¡tan popular el!- lo apoyó con su voto sólo el 27% del electorado.

La "elección" de Bush en el 2.000 fue aún peor: En realidad, el Tribunal Supremo (donde estaban varios de sus socios y amigos) lo "nombró", después de una escandalosa anulación racista de votos en Florida, y una negativa obsecada a recontar los votos en duda, que no eran pocos, sino más de 60.000, cuando la "mayoría" se estaba peleando por 537 votos. Claro, era gobernador de Florida el hermano de George Walker: Jed Bush.

Entonces, por una precaria mayoria de 5 jueces contra 4, George Walker Bush fue "nombrado" presidente y lo declaró públicamente como tal la cadena de televisión Fox, plenamente identificada con la extrema derecha. (De esos 5 jueves, por lo menos 3 debieron declararse impedidos, por vínculos escandalosamente evidentes con Bush).

Mark Hertsgaard, periodista norteamericano que no está tan alienado como la mayoría en su país, lo cuenta en "La Sombra del Aguila".

Los porcentajes de participación electoral indicados más arriba, se pueden consultar en la página web del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, de Estocolmo: idea.int/vt/survey/voter_turnout2.cfm

Allí se encontrará que Italia tiene una participacion electoral del 92%, varios otros países europeos una mayor de 80%, Japón del 69, India del 61 y más cerca de nosotros, Bolivia más del 82% en la elección (esa sí sin comillas) de Evo Morales, quien obtuvo más de la mitad de esa votación. Difícil confundir la aritmética simple, pero ya estan tratando de hacerlo.

Porque de Washington es de donde siempre provienen las admoniciones sobre democracia cuando, en realidad, allí es donde deberíamos mandar "observadores electorales" cada vez que se mueve la maquinaria económica y mediática para "nombrar" presidente.

De cada una de esas maquinarias nos ocuparemos en otras notas

lunes, enero 02, 2006

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Osama Bin Gates

El título es solamente un recurso ordinario para llamar la atención sobre dos nombres muy mediatizados, Bill Gates y Osama Bin Laden, tanto que es casi imposible que alguien (por lo menos alguien que sabe leer) los desconozca o los confunda.

Y, sin embargo, ¿qué es realmente lo que conocemos de ellos? Lo que los medios nos cuentan. Como propaganda o como noticia espectacularizada. Esto último ya es redundante, porque noticia se ha vuelto sinónimo de espectáculo.

Se nos ha hecho creer, entre tantas otras falsedades, que sin Bill Gates no existiría la desarrollada tecnología que nos asombra. Pero Gates no es sino un emprendedor con éxito. Uno más. Y sus productos no son maravillosos y ni siquiera los mejores en su tipo. Stallman lo explica mejor en "Free software, free society".

De Bin Laden sabemos que organizó los ataques del 11 de septiembre, pero antes de eso ya era muy activo enemigo de los Estados Unidos y es responsable de muchos otros ataques, a embajadas, navíos y ciudadanos nortemericanos.

Lo que sucede es que los ataques del 11 de septiembre fueron un espectáculo notablemente mediatizado.

Entre las falsedades que casi, casi, se han convertido en verdades globales está la de que Bin Laden fue socio de la CIA, en la resistencia contra la URSS en Afganistan.

La CIA nunca tuvo presencia física significativa en Afganistan, aunque canalizó más de 3.000 millones de dólares (de los contribuyentes estadounidenses, por supuesto) para "echarles mierda en el jardín de los rusos", como los mismos directivos de la agencia de inteligencia decían y nos lo cuenta Peter Bergen en "Guerra Santa S.A.".

Bergen es un periodista serio, historiador diplomado en Oxford y una de las fuentes más confiables para descubrir quién en realidad es Osama Bin Laden. Se da el lujo de desmentir a muchos medios e inclusive a muchas autoridades de EE.UU. Vale la pena leerlo.

Con el se complementa aquel otro libro, de John K. Cooley, "Guerras Profanas", "Unholy wars", ya mencionado antes en este sitio. Su información es a menudo totalmente diferente de la oficial, que nos satura tanto que a veces nos convence.

Por cierto, la mayor parte de esos millones de dólares fue canalizada mediante Gulbuddin Heymaytar, lider de Hizb-i-islami, uno de los diez grupos afganos que participaron en esa guerra y que aún hoy no han abandonado totalmente las armas y mantienen su yihad, pero no contra soviéticos -que ya no existen- sino contra norteamericanos.

Bin Laden tenía y tiene sus propios millones, provenientes de una fortuna familiar patrocinada, es cierto, por sucesivos gobiernos europeos y norteamericanos que influyeron y mandan todavía en Arabia (aunque los Bin Laden son de Yemen). Pero esa es otra historia, que también habrá que revisar, para no terminar creyendo cualquier cosa que con insistencia nos aseguren los medios.

Como aquella de que fue Rambo quien ganó la guerra de Vietnam.

Cosa que seguramente millones de personas creen como verdad indiscutible.