domingo, marzo 18, 2007

« Home

Volver, volver

Volver es una palabra con mucha carga sentimental. La encontramos en muchas piezas de música popular, en poesías, en refranes.

Todo eso porque resolví volver. Volver a escribir. Pude decir que escribiré nuevamente, con regularidad, en este espacio para el desahogo, que es mi blog, pero tenía que recurrir a la palabra volver, por su enorme carga sentimental.

Es que pasó un año sin escribir aquí. En realidad no se por qué. Quizás panicus cálami, que me imagino así se dice en latín al miedo a escribir.

Habrá que tratar de aprender latín, entre otras cosas, porque parece que los sacerdotes católicos tendrán que utilizar únicamente esa lengua para decir misa. Lo dispuso el Papa.

Son pretextos, porque a misa solamente voy cuando se casa alguno de mis hijos, es decir dos veces en la última década.

Vamos entonces a volver, de a poquito, como aconsejan los médicos cuando ha estado uno enfermo.

Y tener miedo de escribir, después de haberse uno ganado la vida escribiendo durante casi medio siglo, es patológico.

Pero tomémoslo por el lado amable. Digamos que fue una especie de año sabático irregular. Leyendo pero sin escribir.

Eso terminó. Es hora de volver